Como el fuego que no destruye el oro, sino que lo purifica. Así, cada momento de sufrimiento se convierte en una oportunidad para volverse más fuerte, más sabio, más libre. Porque aquel que aprende a sufrir, ha aprendido a vivir.
Hosted by Simplecast, an AdsWizz company. See pcm.adswizz.com for information about our collection and use of personal data for advertising.