Este sermón compara dos tipos de sabiduría: la que viene de Dios (sabiduría de arriba) y la que proviene del mundo (sabiduría de abajo). Santiago enseña que la sabiduría genuina no se demuestra con palabras, sino con una vida recta. La sabiduría de abajo está motivada por celos, egoísmo y ambiciones personales, lo que conduce al caos. En contraste, la sabiduría que viene de Dios es pura, pacífica, amable y llena de misericordia. La verdadera sabiduría comienza con el temor de Dios, no con el intelecto humano. Hoy en día, muchas personas, incluso instituciones, han reemplazado la verdad de Dios por "sabiduría" humana, causando confusión moral y espiritual. El sermón llama a los creyentes a buscar la sabiduría de Dios a través de Su Palabra y una vida entregada a Él.