Mercancía defectuosa
Abrasador desierto vemos a contraluz
una moto, un niño, saturados de luz
y a unos pocos metros su destino
se iba a mostrar tal cual en el camino.
Ve una araña en la arena, un tren oye silbar
la Tarántula encierra en su prisión de cristal.
Todo empezó el día que aquella arpía
les inspiró aquel plan era eso o la vida.
Infernal desierto saturado de luz
un niño en su moto se ven a contraluz.
La Tarántula trepa del meñique al pulgar
a lo lejos se escucha al convoy silbar.
La ambiciosa arpía dijo que la mercancía
por aquel preciso punto muerto pasaría.
Un camión detiene la buena marcha del tren
los dos ferroviarios nunca van a saber
que mientras al del camión echan un cable
otros suben mangueras a los tanques.
En el momento cumbre sangre fría a flor de piel
un buen samaritano en el cruce a nivel
se ofrece a empujar con su camioneta
puede que esto el cambiazo comprometa.
Abrasador desierto saturado de sol
marchando mil galones de CH3NH2
el equivalente en agua es lo que van dejar
ni el más sutil detalle han elegido al azar.
Cuando el tren llegue a la factoría
nadie ha de notar la anomalía.
Abrasador desierto saturado de luz,
aquel curioso niño había clavado su cruz,
saluda tímido a aquellos tipos,
y uno de ellos sonríe, su asesino….
Letra y música: Juan Ramón Gallego Ramos