El derecho a la alimentación no puede limitarse al derecho a no pasar hambre. Debe incluir también el derecho a una dieta adecuada que proporcione los elementos nutritivos que una persona necesita para llevar una vida sana y activa, y los medios para tener acceso a ellos.
Ante esto es importante resaltar el alto consumo de azúcar que se da en la actualidad, ya que se ha incrementado en más de un 20% entre 1961 y 2009. Lo anterior es impulsado por la publicidad, que no tiene ningún tipo de control cuando se promocionan los productos con altos niveles de azúcar.
En este Rompecabezas conversamos con los expertos acerca de los riesgos y el problema de salud pública que se presentan ante el consumo desmedido del azúcar.