[Nana del caballo grande]
Bodas de Sangre.
Federico García Lorca 1.935
Adpt y Arrglos para Cuarteto de Clarinetes y Música de Cámara
Prof.Manuel Gago
Almendralejo 25 de Diciembre de 2.022.
TEXTO (POEMA)
CUADRO SEGUNDO
(Habitación pintada de rosa con cobres y ramos de flores populares. En el centro, una mesa con mantel. Es la mañana. Suegra de Leonardo con un niño en brazos. Lo mece. La Mujer, en la otra esquina, hace punto de media.)
SUEGRA:
Nana, niño, nana
del caballo grande
que no quiso el agua.
El agua era negra
dentro de las ramas.
Cuando llega el puente
se detiene y canta.
¿Quién dirá, mi niño,
lo que tiene el agua,
con su larga cola
por su verde sala?
MUJER: (Bajo.)
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
SUEGRA:
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
Las patas heridas,
las crines heladas,
dentro de los ojos
un puñal de plata.
Bajaban al río,
¡ay, cómo bajaban!
La sangre corría
más fuerte que el agua.
MUJER:
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
SUEGRA:
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
MUJER:
No quiso tocar
la orilla mojada
su belfo caliente
con moscas de plata.
A los montes duros
solo relinchaba
con el río muerto
sobre la garganta.
¡Ay, caballo grande
que no quiso el agua!
¡Ay, dolor de nieve,
caballo del alba!
SUEGRA:
¡No vengas! Detente,
cierra la ventana
con rama de sueños
y sueño de ramas.
MUJER:
Mi niño se duerme.
SUEGRA:
Mi niño se calla.
MUJER:
Caballo, mi niño
tiene una almohada.
SUEGRA:
Su cuna de acero.
MUJER:
Su colcha de holanda.
SUEGRA:
Nana, niño, nana.
MUJER:
¡Ay, caballo grande
que no quiso el agua!
SUEGRA:
¡No vengas, no entres!
Vete a la montaña.
Por los valles grises
donde está la jaca.
MUJER: (Mirando.)
Mi niño se duerme.
SUEGRA:
Mi niño descansa.
MUJER: (Bajito.)
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
SUEGRA: (Levantándose, y muy bajito.)
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
[…]
SUEGRA: (Enérgica, a su hija.) ¡Cállate! (Sale LEONARDO.) ¡El niño! (Entra y vuelve a salir con él en brazos. La MUJER ha permanecido de pie, inmóvil.)
Las patas heridas,
las crines heladas,
dentro de los ojos
un puñal de plata.
Bajaban al río.
La sangre corría
más fuerte que el agua.
MUJER: (Volviéndose lentamente y como soñando.)
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
SUEGRA:
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
MUJER:
Nana, niño, nana.
SUEGRA:
¡Ay, caballo grande,
que no quiso el agua!
MUJER: (Dramática.)
¡No vengas, no entres!
¡Vete a la montaña!
¡Ay, dolor de nieve,
caballo del alba!
SUEGRA: (Llorando.)
Mi niño se duerme…
MUJER: (Llorando y acercándose lentamente.)
Mi niño descansa…
SUEGRA:
Duérmete, clavel,
que el caballo no quiere beber.
MUJER: (Llorando y apoyándose sobre la mesa.)
Duérmete, rosal,
que el caballo se pone a llorar.
TELÓN