El cristianismo es la única fe del mundo en un Dios que sufre. Su clamor es de auténtico abandono. Jesucristo no sólo murió la muerte que nosotros debiéramos morir, sino que vivió la vida que no podemos vivir. La cruz no es un accidente, víctima de las circunstancias, sino la culminación de un plan de rescate para salvarnos del juicio que padeció en nuestro lugar.
Nuestra sintonía hoy es de un grupo llamado The Juggernauts, que no es la formación belga actual de música electrónica, sino una veterana banda de Louisville (Kentucky) de jazz, blues, ragtime y swing con instrumentos improvisados. Su sonido rugoso nos recuerda al madero que canta el himno clásico evangélico que en español conocemos como "En el monte Calvario". Lo escribió un predicador metodista americano llamado George Bennard en 1912, pero lo oímos en la ya desaparecida voz de Jerry Lee Lewis, el pionero del rock que fue a una escuela bíblica con su primo Jimmy Swaggart para ser pastor pentecostal. Expulsado del instituto por un tocar un himno a ritmo de "woogie-boogie", acabó acusado de casarse con una prima menor, sospechoso de la muerte de su cuarta esposa y perdiendo a dos de sus hijos, mientras su primo llega a ser un conocido televangelista que cae también en desgracia por un escándalo sexual en los años 80. Ambos esperan la salvación por la sangre que cubre todo pecado.
El grupo Undercover era una banda cristiana de "punk" que comienza en California para extender la esperanza del Evangelio entre la juventud. José de Segovia pasó tiempo con ellos en Inglaterra, cuando todavía lucían una bonita cresta de pelo mohicano. Su canción "Tres clavos" (1984) trata sobre la Pasión de Cristo. "La sombra de su cruz llega hasta nosotros" canta a continuación, el grupo sueco Jerusalem en 1984. Su sonido épico de rock duro nos lleva a "El Señor de los Anillos". El profesor de la universidad de Oxford presenta en esta obra los grandes temas bíblicos de la Caída, el poder del mal, pero también el mensaje de esperanza del perdón y la redención. Escuchamos diálogos de la primera película de la trilogía de Peter Jackson con la música de la banda sonora original de Howard Shore. José de Segovia analiza el papel del anillo como "amplificador psíquico" (Shippey), que revela el problema del corazón humano que la Biblia llama pecado, como la razón por la que Cristo muere en la Cruz.
Michael Card es un cantautor, hijo y nieto de pastores bautistas. Estudió la Biblia en la Universidad de Kentucky, pero también física, astronomía y literatura clásica. Cuando era estudiante del reconocido comentarista del Evangelio según Mateo, William L. Lane, empezó a acompañar sus sermones en la capilla con canciones. Es el autor de coros como "El Shaddai", pero también de todo un álbum dedicado a la Cruz de Cristo en 1984. Oímos el tema que se llama "Cruz de Gloria". Michael Omartian hizo un disco con su esposa Stormie en 1982, inspirado por su fe evangélica. Después se hizo famoso con los albumes que produjo para Christopher Cross, Whitney Houston, The Jacksons, Steely Dan, Rod Stewart o Donna Summer. Oímos el tema que habla de la finalidad de la Obra de Cristo en el Calvario, "Está hecho". Escuchamos luego el himno que escribió Robert Robinson a los 22 años en 1758, "Fuente de la vida eterna", en la voz de Marcus Mumford. El hijo de uno de los responsables de la Comunidad de la Viña en Gran Bretaña, casado con la actriz Carey Mulligan, forma parte del grupo Mumford & Sons, pero aquí lo canta a solas con su guitarra. Acabamos con una meditación final sobre la Cruz con el fondo de piano de Tom Howard, el músico cristiano muerto de un ataque al corazón en 2010.