El divorcio es una triste realidad, tan antigua como la Biblia, pero se ha vuelto algo más generalizado a partir de mediados del siglo pasado en Europa o Estados Unidos y en los países tradicionalmente católicos a partir de los años 80. Es ahora que los hijos de la generación del divorcio han llegado a la edad de poder decir lo que significó para ellos. Hay mucha amargura en sus relatos, que contrasta con la supuesta naturalidad con la que sus padres rehicieron su vida. Escuchar sus historias no es un ejercicio agradable para aquellos que no han asumido su responsabilidad por la infelicidad de sus hijos, llevados con su mochila de una casa a otra, cada fin de semana. Jesús muestra la realidad del divorcio en Mateo 19:1-12.
La música popular contemporánea ha creado todo un subgénero que se conoce como "álbumes de divorcio", que describe las rupturas sentimentales vividas por los artistas en diferentes momentos de su vida. Se dice que "Rumours" (1977) de Fleetwood Mac es el disco que hizo el divorcio atractivo, pero la separación de Stevie Nicks y Lindsay Buckingham, por la relación de Nicks con Mick Fleetwood, a la vez Christine rompe con John McVie, no debió ser nada agradable. Llevo a una cadena de odio y resentimiento, que refleja muy bien la canción "The Chain". Quien mejor ha descrito las fases de un divorcio es Willie Nelson en su ""Phases and stages" (1974), que distingue cuatro etapas en su separación. "Si la ves, ¡dile hola!" es uno de los temas del álbum de divorcio de Bob Dylan, "Blood On The Tracks" (1975), cuando tras varios enfrentamientos y reencuentros, el Premio Nobel de Literatura rompe su relación más estable, su matrimonio con Sarah. El álbum de divorcio de Bruce Springsteen es "Tunnel Of Love" (1987), donde habla en una canción como "Brilliant Disguise" de cómo uno encubre la tragedia de la separación.
Noah Baumbach es otro hijo del divorcio. Su cine muestra esa orfandad de padres ausentes que ha hecho que llamen a su generación, "los niños de la tormenta". Aunque se compara su película "Una historia en Brooklyn" (2005) con "Kramer contra Kramer", su amargura convierte en gazmoñería la ruptura entre los personajes de Dustin Hoffman y Meryl Streep. El duro retrato de egoísmo de estos padres intelectuales judíos que interpretan Jeff Daniels y Laura Linney produce un choque tal como el del calamar gigante y la ballena que fascina al adolescente encarnado por Jesse Eisenberg en el Museo de Historia Natural de Nueva York, que da título original a la película (The Squid and The Whale). Escuchamos algunas de sus intensas escenas con la música de la banda sonora original y la desarmante comprensión de esta historia, que emociona a José de Segovia.
El Paul de Peter, Paul y Mary, el popular trío de folk de los años 60, fue convertido a la fe evangélica. José tuvo una larga conversación con él en Inglaterra. Escuchamos la canción de Noel Paul Stookey sobre el matrimonio (Wedding Song / There Is A Love), que en la Biblia es sobre todo, un compromiso. La Biblia utiliza el lenguaje del pacto y la alianza para describirlo. No se basa en sentimientos, sino en el voto que has hecho. Su ruptura es un fracaso que hace daño a los hijos del matrimonio que se divorcia. Jesús bendice a los niños al final de este texto y nos dice que de ellos es el Reino de los cielos (vv. 13-15).. Escuchamos una canción sobre "Los niños" (Ná Páistí) a Moya Brennan, la cantante de música celta, hermana de Enya, que estuvo en el grupo Clannad y fue convertida al cristianismo evangélico en una iglesia bautista de la católica república de Irlanda. Ahora canta a esa fe que ha cambiado su vida...