El turismo es uno de los motores de la economía de Costa Rica. Somos un destino muy atractivo, aunque costoso, para los 2.6 millones de turistas que arribaron a nuestro país en el año 2024. Claro que también lo es para los nacionales y todos aquellos que pueden optan por salir allende las fronteras.
El 3 de febrero la Asamblea Legislativa aprobó un proyecto impulsado por el diputado Elíecer Feinzag para bajar el precio de los boletos aéreos a Belice, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá y República Dominicana. Pasó la consulta de constitucionalidad y el segundo debate, pero el presidente Chaves Robles lo vetó. Hoy sigue pendiente de un probable resello por parte de los legisladores.
Desde la presentación de esta iniciativa, el gobierno y su bancada le han declarado la guerra, con el argumento de que provocaría que la estancia de los turistas que llegan al país disminuya, para aprovechar y visitar las otras naciones de la región.
Pero los datos del Instituto Costarricense de Turismo, sin que se haya aprobado esta ley, indican que de septiembre a diciembre del 2024 -respecto de los dos años anteriores- ha bajado de manera sostenida el ingreso de visitantes de Reino Unido (-70,2 %), Alemania (-43,8 %), Francia (-31,6 %), España (-29,3 %), Estados Unidos (-22,4 %) y Canadá (-2,2 %).
La Cámara Nacional de Turismo sostiene que esto obedece a la disminución del tipo de cambio, dado que aerolíneas, hoteles, operadores y otros negocios vinculados al sector han tenido que aumentar sus precios, para contrarrestar el hecho de que venden sus servicios en dólares.
Para hacer balance de los desafíos de un sector tan determinante como sensible de la economía nacional, conversaremos con el exministro de Turismo, Mauricio Ventura.