Cada vez más bebés sobreviven un nacimiento prematuro o con complicaciones. Pero casi la mitad de ellos podría presentar problemas de salud y de desarrollo a largo plazo, debido a que su desarrollo cerebral se ve interrumpido. Entre las posibles secuelas están las dificultades con el lenguaje y el aprendizaje, la regulación emocional, el funcionamiento social o problemas de conducta. Científicos de Utrecht están empezando a desentrañar la relación entre el cerebro y el desarrollo de un niño, abanderando innovaciones para reducir las consecuencias de un comienzo difícil: desde la medicina regenerativa y el cuidado neuroprotector a las intervenciones pedagógicas y los programas de apoyo a los padres.
En nuestras historias en audio exploramos cómo investigadores de la Universidad de Utrecht abordan cuestiones sociales y trabajan por un mundo mejor.