En este capítulo, seguimos analizando los mandatos directos de Mu´awyiah a todos sus gobernadores, los cuales inician un proceso de espionaje, persecución y muerte a todo aquel seguidor del Imam Ali y de la familia del Profeta del Islam, tan solo por el hecho de demostrar su amor y lealtad, a ello, llevando un gran sufrimiento a las familias de Kufa quienes eran amantes del Ahlul Bait (P), a diferencia del Sham, quienes eran ignorantes y sufrían de un control absoluto de la información. Analizaremos también cómo se da rienda suelta a la fabricación de tradiciones escritas y verbales falsas, en contra del Imam Ali, su familia y del mismo profeta, así como de Uthman el tercer califa sunnita, y ahí empezó el curso de la historia a torcerse sin mayor capacidad de retorno a su forma original.