Para el imam Sadiq (la paz sea con él) “La humildad en el noble incrementa su nobleza”. Sin nobleza resulta imposible ganarse la estima y el corazón de la gente. De igual modo, nadie puede guiar política y espiritualmente a un pueblo si no fundamenta su corazón y sus acciones en este valor: “No se alzó entre su pueblo ningún profeta sino con la benevolencia y la humildad”, dijo el mismo imam.