Con este cuento somos testigos de cómo tanto el Profeta del Islam, Muhammad (BPD), su tío Abu Talib (P) y su familia en general (P) quienes fueron fieles al mensaje del Islam, perseverantes, siempre fuertes y firmes como una montaña, frente a las amenazas de sus enemigos, a las adversidades creadas por estos los grandes enemigos del Mensaje de Dios, el cual invitaba tan solo a la adoración pura.
A pesar de persecución, asedio, amenazas, tentativas de muerte, insultos, falsos alegatos y cuanto podamos imaginar, ellos se aferraron a la fe en Dios, en la única arma de los creyentes, la súplica y a la fe, pero sobre todo a la unidad entre familia, parientes, creyentes y amigos, quienes juntos resistieron a todo embate del mal, de quienes tan solo deseaban callar el mensaje de esperanza que nacía en medio de la ignorancia y la barbarie, tal como hoy nuevamente ha resurgido en el mundo islámico y más allá de él también.