Relatan que durante el califato de ‘Umar (Omar), un grupo de sabios judíos se presentó ante él y le preguntaron: “¿Dinos que significan los candados del cielo? ¿Quién fue aquél que asustó a su tribu, pero no era ni genio ni humano? Y preguntaron: ¿Cuáles son esos cinco animales que caminaron sobre la tierra y no fueron creados en la matriz? ¿Qué gritan los gallos francolinos (sin cola), el caballo, el asno, el sapo y la alondra?
‘Umar no pudo responder a ninguna de sus preguntas y bajó la cabeza. Luego, dirigiéndose a ‘Ali, el Príncipe de los Creyentes (la paz sea con él), dijo: “¡Oh, padre de Hasan! imagino que no hay otro fuera de ti que pueda responder a estas preguntas”. El honorable ‘Ali (la paz sea con él) se volteó hacia los sabios judíos y les dijo: “Yo les contesto estos asuntos con la condición de que, si respondo a todas sus preguntas, aceptarán el islam”. Dijeron: “Aceptamos”. De modo que el imam ‘Ali se dispuso a responder a todas las preguntas ...