“No pain, no gain”, es una frase comúnmente conocida en inglés que significa literalmente: “No dolor, no ganancia” o en su mensaje más claro: “Sin dolor no hay ganancia”. Este concepto lo recordé un día cuando mi compañero en el gimnasio me compartió una rutina para fortalecer mis piernas porque no acostumbraba a ejercitarlas mucho, pero al hacerlo, me produjo mucho dolor. Lo cómico es que está frase la he recordé en los siguientes días ya que solo al caminar y al hacer mis actividades cotidianas, parecía que caminaba como un hombre de la tercera edad.
Así pasa en nuestra vida diaria. Si no sentimos dolor, muchas veces no habrá ganancia. Es decir, nada que cueste en la vida viene sin algún tipo de esfuerzo, sacrificio y trabajo diligente. Así como los músculos tienen que experimentar dolor para ser fortalecidos, de la misma manera sucede con nosotros. De modo que no debemos ir por la vida esperando que nada nos duela y que todo salga bien. A veces nos va a doler el tomar algunas decisiones como el establecer algunas rutinas o el decir no a algunas relaciones. Sin embargo, mantengamos una postura sana al enfrentar el dolor.
Recordemos que el dolor es momentáneo, pero la ganancia puede ser permanente. No dejes de entrenar en el gimnasio de la vida, porque en la misma escuela del dolor se encuentra la fortaleza. La Biblia dice en el Salmo 73:26, “Podrán desfallecer mi cuerpo y mi espíritu, pero Dios fortalece mi corazón; él es mi herencia eterna”, (NVI).