Para la mayoría de las personas, la felicidad parece ser una montaña rusa. En un minuto están arriba gozando de la satisfacción y la vista que ofrece ese momento, y en el siguiente minuto abajo experimentando un valle oscuro y tenebroso. En cierta manera, esa es la realidad de la vida. Unos días reímos sin parar, y en otros, lloramos desmedidamente.
Pero a través del tiempo hay algo que he aprendido a apreciar más que ese tipo de felicidad. En vez de ser una emoción momentánea, es un fundamento firme del corazón, un estado mental llamado “gozo”. La Biblia dice que el gozo del Señor es nuestra fortaleza. Entonces, aunque estemos debajo de la montaña rusa, nos sentimos arriba mirando a las oportunidades y bendiciones.
El gozo puede soportar las tormentas más fuertes. Pídele a Dios que te llene con el gozo de conocerle y servirle, y no importa lo que venga, estarás lleno de Su fuerza. Jesús dijo, “Les he dicho estas cosas para que se llenen de mi gozo; así es, desbordarán de gozo”, (Juan 15:11, NTV).
— Dr. Rolando D. Aguirre
