Me llamó la atención un letrero que vi el otro día en una taller de autos. Decía, “si estás fumando aquí, más vale que estés prendido en fuego”. Un poco sarcástico pero con mensaje ya que es parte de la campaña en Estados Unidos para hacer que la gente deje de fumar. Pero, ¿no deberíamos prestar atención a las otras áreas de nuestro cuerpo también?
Así como nuestros carros fueron diseñados para correr con el combustible limpio, así están diseñados nuestros cuerpos. Ellos necesitan comida pura, aire puro, buena agua, mucho ejercicio, y un corazón saludable. Nuestra salud es un regalo de Dios que debemos tomar muy en serio. Es parte de ser buenos administradores de la gracia de Dios.
Dios nos ha dado a cada uno solo un cuerpo. Debemos tratarlo como un regalo de Dios respetándolo y apreciando cada parte de él. La Biblia dice, “¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos , porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo, (1 Corintios 6:19-20, NTV)”.
— Dr. Rolando D. Aguirre
