El comediante y violinista inglés, Henny Youngman, reconocido en como el rey de los “one-liners”, dijo que su suegra estaba tan obsesionada con la limpieza que ponía un papel periódico debajo del “reloj cucú” (que ejemplifica un gallo) solo “por si acaso”.
Todos nosotros conocemos personas que son desafiantes de convivir con ellos. Algunas veces, nosotros también lo somos. Pero, ¿qué hacemos en esas situaciones? Podemos hacer lo que la Biblia sugiere que hagamos. Se nos dice que debemos otorgar el mismo entendimiento y perdón a otros de la misma manera que Dios nos lo ha extendido a nosotros. Al final de cuentas, si Él nos ha extendido de Su gracia, debemos ser capaces de otorgar la misma gracia hacia otros.
Cuando pensamos del amor incondicional de Dios para nuestras vidas, se nos hace más fácil el pasar por alto las imperfecciones y carencias de otros.
La Biblia dice, “Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti. Esa es la esencia de todo lo que se enseña en la ley y en los profetas”, (Mateo 7:12, NTV).