Un diccionario define la “influencia” como el poder que afecta a una persona, a las cosas o al curso de eventos. La parte interesante es que parece ser un poder que opera sin un esfuerzo aparente. La idea de que yo sea influenciado por fuerzas que no reconozca o note, me pone un poco dudoso y nervioso. Si eso es cierto, entonces significa que puede ser una influencia en silencio en este mundo.
Sin hacer espectáculo público, puedo influenciar a las personas con amor, honestidad, respeto, paciencia, confianza y buenas obras, así como Jesús lo hizo cuando estuvo en la tierra.
Las cosas pequeñas que hacemos como el mostrar misericordia con otra persona, el ser diligente, el hacer decisiones con integridad, entre muchas, pueden hacer la diferencia en la vida de alguien más. Asegúrate que tus acciones y decisiones del día a día están teniendo una influencia positiva en otros.
La Biblia dice, “Ustedes son la sal de la tierra. Pero ¿para qué sirve la sal si ha perdido su sabor? ¿Pueden lograr que vuelva a ser salada? La descartarán y la pisotearán como algo que no tiene ningún valor”, (Mateo 5:13, NTV).