Listen

Description

Muy pocas ciudades en el mundo moderno tienen ciudades amuralladas pero en la antigüedad era algo muy común. Las murallas servían como una guardia de protección. Las cuidaban, mantenían y fortalecían para que los enemigos no entraran y les dejaran en vergüenza y perdición. El no tener una muralla en la ciudad significaba poner todas las vidas bajo un riesgo constante. Interesantemente, un antiguo proverbio en la Biblia dice que una ciudad cuyas murallas están caídas se compara a un hombre sin falta de auto-control.

Esa es una ilustración muy poderosa. Sin auto-control, me hago vulnerable a todos los impulsos que me quieren invadir y seré propenso a las tentaciones destructivas. Dichosamente, Dios ofrece Sus murallas de protección espiritual para todos los que las deseen. Él quiere protegernos y darnos la victoria.

Deja que el Espíritu de Dios cultive en ti auto-control, y verás como tu vida florece y prospera. La Biblia dice, “Mediante Su divino poder, Dios nos ha dado todo lo que necesitamos para llevar una vida de rectitud. Todo esto lo recibimos al llegar a conocer a aquel que nos llamó por medio de su maravillosa gloria y excelencia” (2 Pedro 1:3, NTV).