“Ya no puedo más”. Esa es la expresión que comúnmente usamos cuando estamos cansados o agobiados por algo o por alguien en particular. Es una manera de decir que ya no podemos seguir adelante o como se dice comúnmente que “queremos tirar la toalla”. En relación a este dicho, me llamó la atención otro lema que se escribió en respuesta a este que dice: “Si vas a tirar la toalla, que sea en la playa”. En otras palabras, no debemos dejar de persistir, de proseguir y de insistir. Debemos dejar atrás el “ya no puedo más” y reemplazarlo por un “puedo un poco más”. Pero ¿cómo hacerlo?
En primer lugar, debemos conocer nuestros límites. Debemos saber hasta dónde podemos comprometernos y en qué capacidad podemos hacerlo. Segundo, debemos hacer cosas que vayan de acuerdo a nuestras habilidades. De esta manera, habrá un sentido de retroalimentación que nutrirá el todo de nuestro ser aunque nos cansemos físicamente. En tercer lugar, debemos aprender a decir “no”. No todo lo que podemos hacer, debemos hacerlo. Es preciso evaluar los tiempos y los compromisos que tenemos para no sobre comprometernos.
Finalmente y principalmente, debemos pedir dirección a Dios para poder descansar en Él, recibir las fuerzas y sabiduría en lo que hacemos y confiar que nuestro futuro esta en Sus manos. La Biblia dice en 1 Juan 5:4 , “¡Pero gracias a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo” (NVI).