Se escucha constantemente en las noticias que el gobierno muchas veces convoca a una “investigación imparcial”. En otras ocasiones, una persona acusa a otra de no ser imparcial o de mostrar favoritismo o presunciones. El mismo hecho de que tenemos que insistir en la imparcialidad se convierte en la misma evidencia de que por naturaleza no lo somos.
Por más que intentamos, es difícil para nosotros ocultar nuestras preferencias y a veces eso llega a ser un gran problema. Las buenas noticias son que la Biblia dice que Dios es imparcial en todos sus tratos con nosotros. Nunca tenemos que preocuparnos si hemos sido o no tratados justamente por Él.
Nadie le ha pedido una investigación imparcial a Dios. Sus juicios son correctos, justos y llenos de propósitos. Él es completamente digno de toda nuestra confianza. La Biblia dice, “Él es la Roca, sus obras son perfectas. Todo lo que hace es justo e imparcial. Él es Dios fiel, nunca actúa mal; ¡qué justo y recto es Él!” (Deuteronomio 32:4, NTV).
Dr. Rolando D. Aguirre