Listen

Description

A mi hijo le encanta armar las figuras con sus LEGOS. Cuando estaba más chico, se frustraba si no las podía armar en el primer intento. Su tendencia era destruir lo que ya había hecho. Después de su berrinche, le explicaba que el destruirlo no era una buena opción. Debía intentarlo una y otra vez. En vez de destruirlo completamente por una abrupta frustración, podía tomar una pausa, retomar la tarea o esperar hasta otro día donde pudiera continuar armando la figura hasta completarla en su totalidad.

Eso me puso a pensar en las muchas veces que nosotros tendemos a tener la misma reacción. Nos frustramos y pensamos que no podemos continuar desistiendo de la tarea que nos hemos trazado. No hacemos los berrinches de un niño pequeño, pero con nuestras acciones mostramos la misma actitud. Debemos recordar que la Palabra de Dios nos habla de un adversario que quiere matar, hurtar y destruir. Al actuar impulsivamente, estamos imitando un comportamiento extremo que no nos permite crecer espiritualmente.

Meditemos en cómo está nuestro corazón. ¿Tenemos la tendencia de construir o de destruir? ¿Somos persistentes o intermitentes? ¿Seguimos adelante o nos damos por vencidos fácilmente? Opta por siempre construir, no importando lo que venga. La Biblia dice en Deuteronomio 31:8, “No temas ni te desalientes, porque el propio Señor irá delante de ti. Él estará contigo; no te fallará ni te abandonará” (NTV).