“YOLO: You only live once”. Una frase muy popular dice: “solo se vive una vez”. Si la vida es tan valiosa como decimos que es, surgen otras preguntas como: ¿qué hacemos para no desperdiciarla?¿Cómo puedo invertir mi vida de tal manera que cuando haya llegado al final haya sido ganancia pura?
Me llama la atención la expresión que usa el apóstol Pablo cuando dice: “Mirad pues con diligencia”, o más simple cuando dice: “Tengan Cuidado”. Bueno, ¿qué es lo contrario a tener cuidado? Ser descuidado, lo cual nos puede pasar. Es vivir una vida sin rumbo. Una vida sin significado, una vida sin propósito. Así que está frase podría decirse, “no vayan por la vida a tropezones”. En otras palabras: “no se dejen llevar de aquí para allá”. Esto me pone a pensar entonces en dos palabras claves para vivir una vida que no se pueda desperdiciar. Las dos palabras son: “Propósito y Pasión”. Por ejemplo: en un avión su propósito vendría a ser todo su sistema de navegación, es decir, sus controles, su volante, sus aletas, y todo lo que le de dirección. A la pasión yo la relacionaría con los motores de propulsión. Entonces, para tener un buen vuelo se necesita un buen sistema de navegación y unos buenos motores. Si solo vives una vez de este lado de la eternidad, ¿vives con propósito y pasión? De no ser así, serás como un vuelo que no tiene dirección. La Biblia dice, “15 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. 16 Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. 17 No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan”, (Efesios 5:15-17 NTV).
Dr. Rolando D. Aguirre