El principio de “úsalo o piérdelo” es universal. Si no haces ejercicio, tus músculos se atrofian. Si no inviertes tu dinero, lo perderás gradualmente. Si no aprendes a usar tu mente, te volverás cada vez más torpe a medida que envejeces. Si tienes un talento y no lo practicas, lo perderás. En cambio, si haces lo contrario, te sorprenderás con los resultados. De modo que, si usas tus músculos, te harás más fuerte. Si inviertes un poco tu dinero, se multiplicará poco a poco y si practicas tu talento, serás conocido como todo un talentoso.
¿Qué necesitas más en tu vida? ¿Energía, tiempo, dinero, o talento? He aquí el secreto: “Lo que sea que necesites, toma lo poco que tienes y comienza a usarlo para servir desinteresadamente a otras personas, entonces verás cómo Dios lo multiplica” Probablemente digas: “No tengo tiempo para servir a otras personas o ya no tengo tiempo para hacer todo lo que necesito hacer, ¿cómo podría agregar algo más?” Entonces, ¿por qué te excusas que no tener tiempo?
¿Por qué Dios te habría de dar más tiempo si solo vas a gastarlo en ti? La intención de Dios no es que invirtieras tu tiempo solo en ti mismo. Él multiplicará tu siembra. Esto se podrá ver con tu tiempo, recursos, talentos y hasta en áreas que no imaginabas. Pero si no lo usas, lo pierdes. De modo que, “inviértelo bien”. La Biblia dice en Hebreos 13:20a-21b, “20 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos…os haga aptos en toda obra buena para que hagáis su voluntad…” (NTV).