Fue en los minutos de reposición del partido de Colombia- Inglaterra donde el jugador Mina regresó con un gol de cabeza ese sentimiento de victoria a toda la fanaticada colombiana. Sin embargo, ese sentimiento de victoria que se veía venir fue apocado cuando dos jugadores de la selección Colombia fallaron en los tiros penales. ¡Qué decepción! Después de haber celebrado la victoria de un gol al lado de desconocidos en un aeropuerto, ahora nos agobiaba un sentimiento de derrota.
Parece ser que eso no solamente pasa en los mundiales ni tan poco se reduce a una sola selección de fútbol. Esto nos pasa a todos en “el mundial de la vida” donde nos la jugamos seriamente todos los días. De repente celebramos victorias que nos llenan de felicidad, pero todo puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos. Cuando esto pasa, ¿qué debemos hacer? Esto me recuerda a una de las formulas compartidas por nuestro Señor Jesús para vivir una vida en victoria aún cuando la derrota es súbita. Él nos dijo que aquí en el mundo tendríamos muchas pruebas y tristezas, pero que debíamos confiar porque Él había vencido al mundo (Juan 16:33). Entonces, la respuesta se encapsula en una palabra, “Confiar”. Confiar en Jesús. La Biblia dice, “entrega al Señor todo lo que haces; confía en Él, y Él te ayudará”, (Salmo 37:5, NTV).