Hay muchas personas que piensan que el dinero lo es todo en la vida pero el dinero no lo es todo. Si el dinero fuera todo entonces los solventes económicamente nunca cometerían un suicidio, no tendrían adicciones, no sufrirían depresiones, sus hogares nunca se acabarían y sus problemas nunca existirían. Sin embargo, con o sin dinero, toda persona en este mundo enfrenta desafíos de diferente índole.
La avaricia por el dinero es el deseo loco y descontrolado de tener posesiones a toda costa. Lo único que importa es cuánto más dinero se pueda acumular. No importa si la familia u otras relaciones pagan las consecuencias. El amor al dinero es el cáncer del contentamiento que gradualmente consume a sus víctimas reemplazando el contentamiento con el deseo insaciable de obtener dinero y posesiones materiales.
En una encuesta reciente, le preguntaron a muchos, ¿qué estarías dispuesto a hacer por 10 millones de dólares? El 3% dijo que estaría dispuesto a poner a sus hijos en adopción. El 16% dijo que abandonaría a su cónyuge. El 25% dijo que abandonaría a su familia para siempre. El 23% de las mujeres dijo que podrían prostituirse por una semana. Estas son sólo unas entre muchas respuestas. Sorprendente, ¿verdad? Así que no ames al dinero porque arruinará tu vida. La Biblia dice en 1 Timoteo 6:10, “porque la raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe…”, (NTV).