En este mensaje se profundiza en el significado de Maranatha y en por qué la iglesia, desde los primeros cristianos, vivió con la expectativa constante del “Ven, Señor Jesús”. A lo largo de la enseñanza se explica cómo este clamor, repetido una sola vez en la Biblia pero central en la fe, debería moldear nuestra manera de ver la vida. Al entender Maranatha como un llamado urgente a vivir esperando la venida de Cristo, se abre una perspectiva distinta sobre las decisiones cotidianas, las prioridades y los sufrimientos que atravesamos.
En la comparación con los tiempos de Noé, se subraya la importancia de discernir la temporada espiritual y no quedar atrapados en las distracciones del día a día. Vivir con la mirada puesta en la segunda venida de Jesús cambia cómo enfrentamos la frustración, el dolor, el trabajo y hasta la manera en que pensamos nuestra historia. La descripción bíblica del retorno de Cristo, mencionada en pasajes como Apocalipsis y Mateo, sostiene esta visión de un pueblo que aprende a vivir con la palabra Maranatha grabada en el corazón, sabiendo que la eternidad redefine el valor de cada momento.
Esta perspectiva invita a ordenar la vida entera —recursos, tiempo, decisiones, carácter— alrededor de la certeza de que Jesús va a volver. Maranatha no es solo una declaración, es un estilo de vida que llama a estar preparados, atentos y dispuestos a invertir la vida en lo que realmente permanece.