Escuche a la curadora Katherine Brinson hablando sobre el trabajo de Alex Katz y el origen del título de la exposición.
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Katherine Brinson: Soy Katherine Brinson, curadora Daskalopoulos de arte contemporáneo en el Guggenheim y curadora de esta retrospectiva titulada, "Alex Katz: Reunión."
Desde mediados de la década de 1940, el artista estadounidense Alex Katz ha forjado una modalidad emblemática de pintura figurativa. La obra de Katz trata de captar la sensación de estar profundamente inmerso en el mundo visible. Su verdadera motivación es el paradójico deseo de plasmar lo que él llama "cosas que pasan fugazmente", registrándolas de manera permanente en forma de pintura.
En la época en la que Katz se propuso ser artista, los lienzos monumentales del expresionismo abstracto personificaban todo lo que se consideraba radical y era celebrado por la crítica en el ámbito de la pintura. No obstante, en lugar de utilizar la pincelada gestual o formas abstractas para representar una experiencia puramente interior, Katz se volcó desde un principio en la búsqueda de una manera, igual de poderosa y contemporánea, para plasmar su entorno más inmediato. Quería pintar la vida moderna, la vida moderna tal y como se desprende del estilo y los gestos de las personas con las que se relacionaba y colaboraba, bajo el influjo de la moda y las imágenes de los medios de comunicación de masas o de los cambios ambientales del paisaje urbano y rural que le rodeaba.
El título de la exposición, "Reunión," evoca diferentes cosas. Se me ocurrió como posible título de la muestra mientras leía el poema “Salute” (Saludo), escrito en 1951. Su autor es el poeta de la Escuela de Nueva York James Shuyler, contemporáneo y gran amigo de Katz, quien lo admiraba mucho. En el poema, Schuyler recuerda su intención de reunir un ramillete de flores silvestres. Dice, “una (flor) de cada tipo de trébol, margarita, castilleja”, para estudiarlas una tarde de verano antes de que se marchiten. Y me pareció que la imagen se prestaba como una metáfora idónea del análisis estético que realiza Katz del mundo que le rodea. Una retrospectiva es también una forma de reunión de por sí, ya que se selecciona y convoca la obra de toda una vida. Y, por supuesto, la exposición es una reunión de las personas que han posado para los retratos de Katz a lo largo de muchas décadas, vistos en el excepcional foro abierto al público de la rotonda del Guggenheim, una especie de lugar de reunión en sí mismo.
Los retratos de Katz, tanto individuales como grupales, documentan su familia inmediata así como la evolución de un grupo de poetas, bailarines, músicos y críticos que han contribuido a la comunidad creativa del "downtown" de la ciudad de Nueva York desde mediados del siglo XX, algunos de los cuales usted escuchará en esta guía. Estos personajes se ven a lo largo de las rampas que ascienden en espiral desde la rotonda en una instalación esencialmente cronológica, que, como tal, ejemplifica la evolución de las distintas modas y, por supuesto, del enfoque creativo del artista. Esta exposición también presenta entornos despoblados y paisajes, los cuales han sido siempre un tema igualmente atractivo para Katz. De hecho, por mucho tiempo él ha afirmado que la representación de la luz como tal es el tema más importante de su obra. Gracias y disfrute de la exposición.