"Aunque los candidatos oficialistas tienen pocas chances de ganar en las elecciones presidenciales de noviembre, cualquier candidatura de izquierda que logre introducir una dosis creíble de cambio tranquilo, gradual, y pragmático será competitiva, especialmente en la medida que el cambio que ofrezcan las alternativas de derecha sea demasiado radical", Patricio Navia.