Gamés lo leyó en su periódico MILENIO en una nota de Alma Paola Wong: “En el contexto de los 500 años de la resistencia de México-Tenochtitlán, el Gobierno de la Ciudad de México cambió de nombre a la Plaza de la Noche Triste por el de la Noche Victoriosa como un acto de justicia y reivindicación de los héroes que permanecieron en el anonimato”.