Un matrimonio espiritual parte del principio fundamental de la sumisión a Dios y de los roles que Él ha dejado estipulados en Su Palabra para el funcionamiento saludable de la relación en el poder del Espíritu Santo de Dios. Un matrimonio espiritual se sujeta a Cristo, adopta el modelo bíblico del esposo y esposa, entiende el principio de la pertenencia e independencia y se apega a los valores del amor y el respeto siendo guiados por la Palabra y por el poder del Espíritu Santo.