Rubén Aguilar dejó su México natal en 1980 para convertirse en uno de los fundadores de la clandestina agencia de prensa de la guerrilla del FMLN. Para entonces, tenía tres años de militancia en las FPL y solo un año atrás había dejado la orden jesuita. A punto de convertirse en papá, dejó la guerra en 1984 y ahora hace un recuento de aquellos días y de cuando un día se convirtió en vocero del presidente mexicano Vicente Fox. Sobre el ahora, valora los gobiernos del FMLN en El Salvador, la viabilidad de México y las lecciones de la convulsa Guatemala.