Creíamos que si lo hacíamos bien, si investigábamos bien, que si verificábamos con filo, si escribíamos hermosamente, si tomábamos las fotos más profundas, si conseguíamos ser insobornables, soportar el miedo y resistir, de alguna manera algo sería mejor, habría, al menos, una mentira menos en el mundo y que eso sería importante, porque sería mejor... Ya no creo en las cosas que creía el muchacho que fui.