Una de las características del pueblo de Israel es que tuvo profetas que conocieron de Dios y le daban toda la gloria que él merecía, sin embargo, en la actualidad hemos perdido la reverencia y el respeto que Dios merece.
¿Cómo agradar al dador de la vida?
Reconociendo su grandeza, viéndolo como nuestro Señor y Rey, entendiendo nuestra dependencia de él tanto en le físico como en lo espiritual.
Le invito a que escuche este episodio le será de gran ayuda en su relación con el ser más maravilloso.
¡¡¡Iniciemos!!!