Dios menciona en su Palabra que las personas son la semilla que el siembra en el mundo, y su deseo es que lleven fruto, por lo tanto, en esta porción nos dice que restemos importancia a las cosas del mundo, para podernos enfocar en lo más importante, en la vida eterna y en servirle.
Además, Dios es tan maravilloso que promete que reconocerá el trabajo que realizamos para que su reino crezca.
Así que te ánimo a que centres tu vida en trabajar para Dios, te liberará de los afanes de este mundo y estarás invirtiendo en tu vida eterna.
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