Por esos caprichos del destino una hermosa canción de amor, hoy un clásico del feeling cubano, se convirtió en el triste leit motiv de quienes, durante los años 60, se vieron forzados a dejar atrás patria, afectos y familia.
Con su canción "Adiós felicidad", Ela O'Farrill, sin proponérselo, resonó de manera singular con aquel fenómeno histórico que lamentablemente, multiplicado en innumerables éxodos durante más de seis décadas, ha marcado a la familia cubana.
Último día del año 2023 que aprovechamos para repasar algunos tracks de la fabulosa producción "Con el permiso de Bola". Magnífico trabajo protagonizado en 2006 por Pancho Céspedes con la complicidad del pianista Gonzalo Rubalcaba,.
Travesía musical completada por Dagoberto González en violín, René Toledo en guitarra, Carlos Miyares en saxo tenor, Yasek Manzano en trompeta, Maykel Elizalde en el tres, Ignacio Berroa en drums y Carlos del Puerto en contrabajo. Todos con el respaldo del poderoso emporio discográfico norteamericano Warner.
Dentro de la historia cultural del barrio de Cayo Hueso, tendremos que volver, una y otra vez, al reconocimiento necesario de sus rumberos. Algo de la obra del percusionista, rumbero y compositor Luciano "Chano" Pozo acompañará este segmento del programa.
Efectivo repertorio que, ya a comienzos de los años 40, ponía en el éter la señal de la RHC Cadena Azul del guajiro Amado Trinidad Velazco y que en la década siguiente reproducían agrupaciones como la orquesta "Sensación" de Rolando Valdés con su cantante Elpidio Piedra "El Chino". "Ariñáñara", edición Puchito donde sobresalen los solos de Juan Pablo Miranda en flauta y Yeyito Iglesias en bongoes.
Más de la obra de Chano Pozo, está vez vinculada a las ediciones de las etiquetas Coda y SMC Pro Arte.
Panchito Riset, Marcelino Guerra "Rapindey" y Alonso en las voces. Arsenio Rodríguez en el tres, y Chano en las tumbadoras.
Los tesoros de la música popular cubana: La voz y los tambores de Chano.
Buen recuerdo para el importante pianista, arreglista y compositor Pedro Justiz, bien conocido en el ambiente artístico musical con el sobrenombre de "Peruchín".
Nacido en la localidad oriental de Banes en 1913 como muchos de sus contemporáneos se trasladó a La Habana en busca de mejor fortuna.
Su paso por jazz bands de la región oriental de la isla, entre las que sobresalieron la orquesta Chepín Chovén y la de Mariano Mercerón, le permitieron desarrollar un riquísimo diapasón creativo. En el teclado blanquinegro Peruchín combinó lo más genuino de la música popular cubana con elementos del jazz.
Ya en la capital de la república, en plena esfervescencia la era de los jazz bands y los conjuntos soneros, con un concepto melódico y armónico adelantado a su tiempo, no le resultó difícil figurar en bandas de primera línea como la "Casino de la Playa" y la "Riverside". Con el auge de la industria discográfica independiente participó en numerosas sesiones de estudio.
El 24 de diciembre del año 1977, falleció “Peruchín”, uno de los grandes de la música popular cubana que habrá que tener siempre muy en cuenta.
A propósito de barrios rumberos como Cayo Hueso, el rastro de sus toques y cantos nos conduce a la vida y obra del gran Virgilio Martí.
Completamente desconocido por muchos músicos cubanos, dentro y fuera de la isla, en el Nueva York de los años sesenta y hasta su muerte en 1995, defendió con fuerza y verdad, el legado de la rumba y el guaguancó.
Hasta el sol de hoy sus intervenciones en los míticos álbumes de "Patato y Totico" y el Grupo Folklórico y Experimental Nuevayorquino, son referentes importantes.