Sin duda alguna estos tiempos son difíciles, sin embargo, el evangelio de hoy nos recuerda las promesas de Dios y que debemos permanecer confiados en su palabra.
Como cristianos somos llamados a ser justos y amar a nuestro prójimo como a Dios mismo, y hoy más que nunca debemos ejercer ese llamado en paz y confiando en que Dios nos ha dado su armadura para que con sabiduría, y discernimiento seamos portadores de paz y esperanza.
Esperamos que este programa sea de bendición para ti y sea una reafirmación de quién camina con nosotros hoy, mañana y siempre. Créelo.