Lo que determina quién somos, es la identidad que tenemos.
La identidad como hijos, comprados con la sangre de Cristo.
Debemos saber quien es el que dirige nuestras vidas y enfrentar al enemigo.
La identidad sólo puede ser adquirida a través, de una intimidad con El y la Palabra.
Repite: Yo tengo identidad con El Padre!
No solamente tú persona, familia, negocio, amigos, Están necesitando personas que se pongan en la brecha.