Hemos visto un aumento en las llamadas al 911, hemos visto casos que no se veían antes, gente sin casa, personas que tienen trabajo y que de noche duermen en su carro. Los delitos menores han aumentado. Los bomberos y la policía tienen la orden de atender a las personas sin importar su estatus. Lo que está pasando en Hialeah está sucediendo en otras ciudades como Nueva York y Chicago. El presupuesto no alcanza, porque dependemos del resultado del censo y para eso, faltan seis años.