A semejanza de las compensaciones de emisiones de carbono, las compensaciones éticas parecen formas legítimas de reparar los daños que implican determinadas acciones. Las compensaciones que consisten en donar a organizaciones que abogan por el bienestar animal a cambio de poder consumir carne, aunque extrañas, siguen pareciendo éticas. Otras compensaciones que involucran acciones moralmente reprehensibles, como el asesinato, son más difíciles de justificar.