Existen tres formas de contribuir al progreso científico. La forma directa es realizar un buen estudio científico y publicar sus resultados. La forma indirecta es ayudar a otros a que hagan una contribución directa. Un tercer enfoque es unir ambas formas de contribución y lograr un avance científico que, a su vez, acelere los avances científicos. Ningún avance de este tipo tendría una aplicabilidad más generalizada que aquel que mejorara el rendimiento del cerebro humano.