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Josué 5:9.

EL OPROBIO lo podemos definir como Vergüenza, Deshonra, menosprecio, Escarnio público, Vituperio o atropello a la persona, Deshonor, Infamia, Afrenta, Ignominia, Agravio, todo esto lo sufrió JESUS por nosotros, El se hizo Maldición para que nosotros fuéramos Bendecidos, se hizo pobre, para que nosotros fuésemos enriquecidos, bendecidos, y cuando nosotros recibimos a Jesús en nuestras vidas, ese OPROBIO, queda clavado en la cruz del calvario, y con su sangre preciosa nos limpia de toda maldad, el sacrificio de Jesús ya ocurrió no solo en lo natural sino también en lo espiritual, hoy vamos a tomar lo espiritual de lo que sucedió en ese madero y lo vamos a aplicar a nuestras vidas.

Para poder entender lo que Dios quiere hablar a través de Su Palabra me voy a referir a lo que ocurrió con el pueblo de Israel en los tiempos de Moisés: “Dios saca a Su pueblo con mano poderosa de tierra de Egipto para llevarlo a una tierra que fluye leche y miel, durante su travesía por el desierto hizo maravillas, milagros y prodigios: Alimentó al pueblo con maná que caía del cielo, les dió de comer carne, les dió de beber agua, manifestó su poder y su gloria en medio el pueblo, en fin un sin número de  milagros y prodigios” y lo lleva al borde de la tierra prometida “Cades-Barnea”, allí 10 tribus no quisieron entrar a la tierra prometida, les dió temor, no creyeron en la promesa que Dios le había dado a Abraham, Isaac y Jacob y quedaron postrados 40 años en el desierto.

EGIPTO simboliza el lugar de Esclavitud y lugar de cautiverio, y muchos de nosotros a pesar que han aceptado a Cristo en su corazón no han podido dejar Egipto, así como el pueblo de Israel en ese tiempo hoy lo podemos ver en muchas vidas, “salimos de Egipto pero aún nuestro corazón se encuentra en esclavitud y cautiverio”. 

Vivir en oprobio significa no ver los resultados que deberían acompañar a una vida de fe en Dios y en sus promesas. La fe es lo único que nos sostiene, en momentos así, pero la evidencia es totalmente contraria a lo que la fe cree, bajo el oprobio sentimos que de nada ha servido caminar en santidad y ser fieles a Dios y a su obra. Vivimos inmersos en opresión, en frustración, desilusión y vergüenza. 

Después de esto designó a Josué para que preparara a la próxima generación para que esa generación pudiera entrar en la tierra prometida y después de atravesar el Jordán llegaron a un lugar llamado Gilgal, lugar de cambio y transformación.

Hoy es el día en el cual Dios va cambiar nuestra situación, Dios quiere decirte hoy lo que le dijo a su pueblo en el desierto antes de conquistar la tierra prometida: “Hoy he quitado de vosotros el oprobio de Egipto; por lo cual el nombre de aquel lugar fue llamado Gilgal, hasta hoy” (Josué 5:9).

Hoy con el nuevo Pacto en su sangre, Dios nos circuncida ESPIRITUALMENTE por medio del Espíritu Santo borrando toda iniquidad espiritual que nos tienen esclavizados al pecado, a la maldición y a la iniquidad.

Ministrar Isaías 61 en primera persona… “El Espíritu del Señor está sobre mi, la unción del Espíritu Santo se derrama sobre mi vida, mi familia y mi descendencia, vienen las buenas nuevas, se rompe el abatimiento, hoy mi corazón es sanado por el poder del Espíritu Santo, hoy se rompe mi cautividad y me declaro libre de toda opresión porque viene el tiempo de la buena voluntad de Dios agradable y perfecta para mi vida, mi familia y mi descendencia, a partir de hoy Dios levanta espada y martillo contra todos mis enemigos porque es día de venganza del Dios nuestro, y se arranca todo luto, tristeza, oprobio, deshonra en el nombre de Jesús.

Levante sus manos al cielo porque “Hoy Dios da la orden que a los que están afligidos se les da gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová para gloria suya, hoy se reedifican las ruinas antiguas y se levanta todo lo que está solado y destruido, y serán llamados sacerdotes de Jehová y en lugar de la deshonra poseerán doble honra y tendrán perpetuo gozo en el nombre de Jesús, amén y amén…