Al comenzar un nuevo año, muchos buscamos claridad, fuerza y dirección. Pero el evangelio nos invita a algo más profundo que “esforzarnos más” o “hacer mejores propósitos”.
Juan 1:14 nos revela una verdad que cambia todo: la Luz no vino de paso, vino a quedarse.
En este episodio exploramos qué significa que “el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros”. No como una idea espiritual lejana, sino como una presencia real, cercana y transformadora. Una luz que no se apaga cuando el año se vuelve difícil. Una presencia que hace morada en nuestra vida, mente, emociones y decisiones.
Hablamos de:
Este episodio es una invitación a comenzar el año no corriendo más rápido, sino permaneciendo.
No produciendo luz, sino viviendo en la Luz verdadera.
Si estás entrando a un nuevo año con cansancio, preguntas, heridas o esperanza contenida, este mensaje es para ti.
🎧 Dale play y descubre cómo hacer espacio para que la Luz que permanece habite en ti.