No trates de saber
¿el cómo?
ni ¿el por qué?
te amo.
No desees saber
si en ti pienso
y menos aún
cómo te pienso...
No intentes escuchar
los gritos de mi sentir
hurgando en mi silencio.
No siempre una explicación
se puede hacer entender,
menos si involucra el corazón.
Cuándo eres el único motivo
que de tanto y más pensarte
me haces perder la razón.
No quieras saber
cuándo en silencio grito tu nombre
y clamo tu presencia con desesperación.
Porqué no hago más
que pensarte,
que amarte,
que llamarte.
¡Y basta!,
no desees saber
lo que no tiene explicación.
Alejandro Hernández
Derechos reservados.
Guasave, Sinaloa, México.