Historias de terror financieras
Cuando adquieres un crédito, un préstamo o simplemente utilizar tu tarjeta con singular alegría, guardas tu dinero debajo del colchón o lo depositas en alguna institución financiera, esto puede ser tu parte de una historia de terror.
Antes nos decían cuidado con el monstruo, ahora nos dicen cuidado con el trajeado que trae un sello de embargo. Esto se origina por las malas prácticas del manejo de los financiamientos, cuando subestimamos nuestra capacidad de pago y confundimos muchas veces nuestras finanzas personales con finanzas corporativas. La realidad, no sabemos medirnos en nuestro presupuesto y gastamos más de lo que tenía has escuchado en plena luz del día en la madrugada una voz amable y educada que se transforma en un demonio que insulta grita y exige el pago de su deuda. A continuación algunos casos de terror financiero
Pablo Reyna Quiroga
