Estamos condicionados desde niños a pensar que solo somos un cuerpo y que estamos indefensos contra las “cosas externas” que solo pasan y no podemos hacer nada al respecto. Si nos damos la oportunidad de conocernos bien, de realmente desmenuzar lo que significa ser un humano, podemos llegar a tener control sobre nuestro cuerpo y nuestro destino. Somos más de lo que “vemos”. El cuerpo humano es una máquina perfecta y maravillosa hecha especialmente para navegar en esta dimensión. Las emociones que sentimos son plantillas vibratorias que encienden o apagan nuestros genes. Si nos adentramos a las profundidades del cuerpo encontraremos el alma y la puerta hacia el espíritu.
Recomendaciones:
Libros
“La biología de la creencia” Dr. Bruce Lipton
“Humano por diseño” Gregg Braden
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