Como mamá de José Adrián, quien es el menor de sus hijos y que hoy está en el cielo, Melva ha logrado comprender el poder de la fe. A los 7 años, en el 2015, José Adrián fue diagnosticado con cáncer. Recibir esta noticia fue muy duro para todos los que estaban a su alrededor, pero la fortaleza que les inyectaba Dios y el mismo José Adrián los llevó a transitar por este camino hasta Julio del 2019 que es cuando se va al cielo. Como un homenaje a su vida, Melva y su familia deciden crear, en 2020, la Fundación José Adrián la cual brinda apoyo a niños y jóvenes con cáncer buscando transformar vidas, demostrando así que los logros personales y el impacto comunitario pueden ir de la mano. Melva describe a José Adrián como un alma misionera que siempre supo que su propósito de vida era ser feliz y enseñar a vivir. Sin duda logró cumplir con esta misión, pues su legado es tangible. Una historia de fe y amor.
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