El tema del sexo comienza en Génesis 2:18 cuando hay una necesidad emocional en Adán, luego, el Señor la satisface a través de Eva. La desvinculación de los sentimientos en la relación sexual limita y atrofia los conceptos de la sexualidad creada por Dios.
Los espacios de vulnerabilidad son peligrosos, ya que habitan nuestros sentimientos y pensamientos al repetir prácticas pecaminosas que nos alejan del Señor.