En este episodio conversamos con Diana Hernández, una mujer que ha transformado el dolor en fuerza. Diana nos abre su corazón para hablar de las pérdidas que ha vivido: personas, certezas, una versión de sí misma… y cómo, a pesar de todo, ha encontrado motivos para seguir.
Nos cuenta cómo la resiliencia no siempre se ve como fortaleza, sino como pequeños actos de amor propio diario. Uno de ellos: el ejercicio, que se ha convertido en su refugio físico y emocional. No como castigo, sino como una forma de reconectar con su cuerpo, habitarlo con ternura y volver a sentirse viva.
Este episodio es un homenaje a quienes siguen aquí, reinventándose después del caos, abrazando el enojo, el miedo y también la posibilidad de empezar de nuevo.