En este episodio de Maldito Diario, tengo el honor de compartir el micrófono con Nol, mi enfermera de cabecera y una de las presencias más luminosas durante mi tratamiento de cáncer. Hablamos del día a día que no siempre se cuenta: el miedo, la intuición, las risas y el vínculo profundo que se forma entre paciente y enfermera.
Nol es ese tipo de persona que entra a una habitación y la llena de calma. Con ella conversamos sobre el poder del cuidado humano, el papel de la familia, las emociones que cruzan el cuerpo cuando todo se tambalea, y el impacto invisible —pero transformador— de quienes están al pie del cañón en un hospital oncológico.
Este episodio es un abrazo para todas las que fuimos, somos o seremos pacientes, y también un homenaje a quienes nos cuidan con amor, fuerza y empatía.
Gracias por tanto, Nol y a todas las enfermeras que nos cuidan.